jueves, agosto 17, 2006

De todo y nada.

A veces escribo mis posts en el bloc de notas de windows, no es tan bonito como el word o el openoffice pero hace lo que debe de forma aceptable, incluso creo que es una forma terapéutica de escribir (como si el hecho de plasmar tu mente en letras no lo fuera ya): el ver esas letras uniformes, sin diferencias de estilo, tamaño o tipo de fuente es sublime, podría copiar un texto entero de Cervantes y el tipo de letra sería exactamente el mismo al mío después del primer ctrl+v, mientras que word probablemente copiaría a cervantes en Times New Roman a 16 puntos y reformatearía el mío al Webdings a 4 puntos, únicamente legible con lente de aumento y entrecerrando los ojos como chino.

Por cierto... ¿Por qué el chino es el lugar común de las referencias asiáticas? Cierto, la mayoría son idénticos y tomando en cuenta que existen tres mil cuatrocientos millones de asiáticos en el mundo, de los cuales mil trescientos millones son chinos, tenemos más o menos una oportunidad en tres de no equivocarnos al decirle chino a algún tipo de apariencia asiática. Claro que esto es en México, en gringolandia cualquier chino será un asian-american así como los negros son african-americans incluso si el cabrón al que se hace referencia es nacido en Haití. El chiste es poner etiquetas, estereotipos y caricaturas, aunque en el caso de las caricaturas, quizás los chinos sean los únicos que hacen una caricaturización a la inversa, es decir, la forma tradicional de caricaturizar a alguien es exagerar sus defectos más allá de las posibilidades físicas, por eso a los mexicanos nos dibujan con sombreros enormes que nos quedan por encima de la nariz, de la cual bajan luengos bigotes para adornar el eterno sarape, de la misma forma los negros tienen labios gigantescos y narices descomunales, mientras que los norteamericanos evitan esa exageración animalizando sus caricaturizas (¿o será humanizando a sus animales? que Jebús ilumine a quien pretenda responder) sin embargo, con los chinos no se exageran sus defectos, se revierten: los ojos rasgados y diminutos se convierten en expresivos platos de ensalada del tamaño del globo ocular de un calamar gigante y la mediana estatura se transforma en robots colosales capaces de destruir edificios de una patada. Apuesto a que hay toda una teoría psicológica detrás de eso.

¿De qué carajo se trató este post? No tengo idea... Quizás debiera de dejar de redactarlos en el notepad

2 comentarios:

[ABX] dijo...

Ja! Yo solo quiero decir que...me encanta el estilo del cómic japonés y siendo la mayoría a como los describes, también hay autores (en especial de comics para adultos) con un estilo un poco distinto y con otras influencias. Por cierto, vi que te gusta H.R. Giger, a mi me gusta Tsutomu Nihei, y creo que si ves algo de sus ilustraciones también te gustará XD.

Yzakramirez dijo...

Una vez mas, el blogger ha demostrado su mision en la vida

salute!