lunes, febrero 27, 2006

Ilusiones sepultadas bajo una mina

Yo no maldigo mi suerte
Porque minero nací.
Y aunque me ronde la muerte,
No tengo miedo a morir.
No me da envidia el dinero,
Que de orgullo me llena
Ser el mejor barrenero
De toda sierra morena,

(Canción popular española)


Desde hace una semana se ha estado hablando del caso de los mineros atrapados en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila; durante una semana hemos sido bombardeados con imágenes de viudas y familias en desgracia, llorando lágrimas desesperadas y alzando al cielo plegarias por sus seres queridos, oraciones a las que incluso el Presidente de la República se unió. Durante más de ocho días un país entero se unió a los lamentos de decenas de familias gracias a una exahustiva, humana y emotiva cobertura por parte de los medios de comunicación masiva, particularmente, las televisoras. Finalmente, ayer domingo 26 de Febrero, los 65 mineros fueron dados por muertos, argumentando que habían fallecido desde el primer día del accidente. El mismo día el Presidente se comprometió a investigar las sesenta y cinco muertes.

¿Cuál fue el objetivo de esa humana, y emotiva cobertura si los individuos habían fallecido desde el momento de suceder la explosión? ¿Cuál era la necesidad de prolongar la agonía de las esposas, madres e hijos de aquellas almas atrapadas? ¿Por qué se nos hizo ver por horas el llanto amargo de los cercanos a las víctimas? ¿Por el rating? ¿Por presentar un jugoso espacio para anunciantes en el noticiero de las 10? Es insufrible observar cómo la falta de principios de las compañías mediáticas es capaz de sobreponerse al dolor humano. Incluso en TV Azteca, el bigotón desabrido de Javier Alatorre tuvo la hipocresía de decir "en TV Azteca la tragedia no es primicia, reportamos sin presumir de exclusividad". La ética con la que se dirigen estas empresas es enfermiza, ya lo sabemos, pero ¿y el mensaje de aliento de Presidente? ¿Debemos creer que él estaba tan mal informado como nosotros? Si aquello fuera cierto ¿que nos diría del poder detrás de las empresas que controlan los medios? Ellos tienen el poder de informarnos, ellos manejan que tanto sabemos del país que nos rodean. Ellos controlan como vemos el mundo. ¿Acaso no les da miedo? A mí sí, y mucho.

viernes, febrero 24, 2006

jueves, febrero 23, 2006

martes, febrero 21, 2006

fragmentos

Del miércoles al domingo de la semana pasada estuve en el Distrito Federal, aquella mítica ciudad de asfalto, concreto y gente. Tenía alrededor de cinco años de haber estado allí por última vez y me sorprendió como una ciudad puede cambiar tanto de apariencia y seguir igual. Si antes la ciudad era un bosque de concreto, ahora es peor, el cemento te embosca mientras manejas o cuando caminas por la calle, hay momentos en que hacia donde mires, el frío y duro gris te observa impasible.

Las obras viales, impresionantes sí, parecen hacer poco por el tráfico, el cual es peor del que recuerdo de esa última vez. Contrario a la fluidez de su movimiento vehicular, el ambiente en la Ciudad de México es rápido, rapidísimo, y en todo momento hay a tu alcance un fragmento de la insensatez cosmopolita que sólo las ciudades grandes pueden ofrecer: gorditas de nata, prepare su cuota, gente que vive del tráfico vendiendo cigarros, agua embotellada, topergüers, juguetes, relojes y un largo etcétera... el mercado sobre ruedas habría encontrado una mejor definición en una avenida principal de la ciudad en una hora pico, más que en una calle cerrada para convertirla en tianguis durante un fin de semana.

Algo especial hay en la ciudad, una dicotomía que se siente cuando el aire contaminado se te mete en los pulmones, cuando ves una pesera en la cual no cabe ni un alfiler o una avenida que parece estacionamiento. Hay belleza en el caos de la ciudad, una belleza contaminante similar al de un tiradero de neumáticos en llamas, iluminando con fuego verde el cielo nocturno. En cierta forma te pone la vida en perspectiva: ayer por la tarde estuve atorado en un embotellamiento durante veinte minutos y me sorprendió la calma con la que lo tomé. Ni una vez hice sonar la bocina, simplemente bajé un poco la ventana, encendí un cigarrillo y coloqué la palanca en neutral, en el De Efe habría sido mucho peor.

Lecciones de Chocospeak, vol.1

Chocospeak: Dícese del conjunto de frases, modismos y regionalismos utilizados por el tabasqueño promedio.

Lección #1
Español:
P.= ¿Qué vamos a hacer?
R.= Nada...

Chocospeak:
P. = ¿Queamoacé?
R. = Ná...

Lección #2
Español: Tengo ganas de ir al baño, we.
Chocospeak: Me toy wishando, compa.

Lección #3
Español: Cuelga la hamaca, porque hace mucho calor.
Chocospeak: Guíndame lamaca que está dura la calor.

Lección #4
Español: Recárgate en la pared.
Chocospeak: Acónchate a la paré.

Lección #5
Español: Ayer fui a casa de marcelo.
Chocospeak: Ayer jui ancá marcelo.

..continuará...

Recuperando CDs rayados



Todos lo hemos pasado, prestamos nuestro CD original favorito a cualquier imbécil y nos lo regresa hecho una garra. Obviamente agarrar a zapes al susodicho estúltico solo proporciona una paz interior temporal, la cual desaparece cuando intentamos reproducirlo en cualquier lectora convencional. El daño ya está hecho ¿cómo repararlo?

Primero hay que entender que los CDs y DVDs funcionan leyendo información contenida en una capa metálica, la cual se encuentra bajo la superficie plástica de la cara inferior del disco, el láser pasa a través de esa capa protectora y lee la información grabada en la parte plateada, cuando la capa plástica se raya, los datos no se han perdido, solo que el láser es incapaz de llegar hasta ellos, lo que provoca un error de lectura o en errores de reproducción. Los productos comerciales para reparar rayaduras en CDs pulen la superficie plástica para hacer desaparecer estos molestos rayones, pero son algo costosos, así que para el marro promedio que no quiere gastar en triques arregla-rayaduras, este método funciona muy bien (probado y comprobado):

1. Utilizando una bolita de algodón untada con un poco de pasta de dientes común y corriente, haz desaparecer los rayones pasando con cuidado el algodón sobre ellos hasta que desaparezcan o se hagan lo más pequeños posible.
2. Lava el CD con agua, sécalo con un paño suave.
3. Prueba el CD en un estéreo convencional, en caso de que aún existan rayaduras que impidan la correcta reproducción del disco, prueba lo siguiente:
4. Usando un líquido para pulir metal (como el Brasso), y un poco de algodón, repite lo hecho en los pasos 1 y 2.
5. Finalemente y con cuidado, unta un poco de vaselina en la superficie plástica, sin presionar fuerte y desde el centro del CD hacia afuera.

lunes, febrero 20, 2006

¿Se puede amparar contra la tenencia?

Desde finales de enero anda circulando por ahi un correo en el que se narra la historia de una mujer que se amparó contra el pago de la tenencia y el gobierno federal tuvo que devolverle lo que había pagado por este impuesto los años anteriores. El texto del correo puede leerse aquí.

Como siempre, Google da las respuestas a todo. Y de aquí copio lo siguiente:

En el municipio de Metepec, Monserrat Morachis de 28 años de edad, adquirió en
el año 2003 un automóvil Astra y pagó por tenencia más de 3 milpesos, lo cual no
le pareció procediendo a asesorarse y le comentaron que la tenencia es ilegal,
por ello se amparó el 27 de abril de 2004 en los Juzgados de Distrito del
Edomex. El 17 de agosto de 2004,la justicia amparó a Monserrat y ahora ya no
pagará tenencia mientras sea dueña de ese auto. (Línea política, Milenio Toluca,
p.VI) (29/01/06)
¿Significa esto que realmente la tenencia es un impuesto inconstitucional y es posible mediante un abogado ampararse contra el pago del mismo? Google me manda aquí, de donde copio:

en una solución de contradicción de tesis, el 5 de abril de este año la
suprema corte de justicia declaro constitucional el impuesto en mención,
inclusive yo era un "afectado" que se iba a quejar, pero ante tal
jurisprudencia, opte por no hacerlo, pues es una caso perdido.


¿En que quedamos entones? Pues en que sí, efectivamente hasta abril del 2005 la tenencia era un impueso anticonstitucional y era posible ampararse, ahora la cuestión es distinta y siendo que ya está avalado por la constitución cualquier acción legal para librarse del pago de la tenencia es improcedente. Ni modo, holy google never lies. Snif!

martes, febrero 14, 2006

Work, Eat, Sleep, Repeat.
Work, Eat, Sleep.
Work, Eat.
Work.
Work.
Work.
Die.

martes, febrero 07, 2006

The Day the Saucers Came

By Neil Gaiman.

That day, the saucers landed. Hundreds of them, golden,

Silent, coming down from the sky like great snowflakes,

And the people of Earth stood and stared as they descended,

Waiting, dry-mouthed to find what waited inside for us

And none of us knowing if we would be here tomorrow

But you didn't notice it because

That day, the day the saucers came, by some coincidence,

Was the day that the graves gave up their dead

And the zombies pushed up through soft earth

or erupted, shambling and dull-eyed, unstoppable,

Came towards us, the living, and we screamed and ran,

But you did not notice this because

On the saucer day, which was the zombie day, it was

Ragnarok also, and the television screens showed us

A ship built of dead-man's nails, a serpent, a wolf,

All bigger than the mind could hold, and the cameraman could

Not get far enough away, and then the Gods came out

But you did not see them coming because

On the saucer-zombie-battling gods day the floodgates broke

And each of us was engulfed by genies and sprites

Offering us wishes and wonders and eternities

And charm and cleverness and true brave hearts and pots of gold

While giants feefofummed across the land, and killer bees,

But you had no idea of any of this because

That day, the saucer day the zombie day

The Ragnarok and fairies day, the day the great winds came

And snows, and the cities turned to crystal, the day

All plants died, plastics dissolved, the day the

Computers turned, the screens telling us we would obey, the day

Angels, drunk and muddled, stumbled from the bars,

And all the bells of London were sounded, the day

Animals spoke to us in Assyrian, the Yeti day,

The fluttering capes and arrival of the Time Machine day,

You didn't notice any of this because

you were sitting in your room, not doing anything

not even reading, not really, just

looking at your telephone,

wondering if I was going to call.

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*Extra*
5 years by your side, gone in a flash.
Con cariño para ti.