Tiene un par de meses que mi trabajo me ha obligado a permanecer en Ciudad del Carmen. Es un arreglo laboral que me hace permanecer un mes allí y otro más de regreso en Videoland. He aprendido un par de cosas en mi estancia aquí, lo primero es que me cuesta trabajo extrañar a la gente que conozco y quiero; hasta cierto punto me hace sentir un poco mal pues debería invadirme la melancolía de la comida casera, de la compañía familiar, de los abrazos fraternales y los besos amorosos, pero lo cierto es que la añoranza no llega. A veces pienso que hay algo roto dentro de mí, no sé en que punto se rompió ni como arreglarlo; siempre he sido frío, pero en ocasiones los sentimientos llegan en oleadas que me arrancan las lágrimas con algo tan estúpido como el final feliz de una película ñoña. Ignoro a qué se deba.
Lo segundo es que me agrada la independencia. Me gusta tener que ir al super porque ya no tengo que tragar, ir a la lavandería cuando se me acaban los calzones limpios o pasar las tardes aburrido sin nada que ver en TV o algo que ver en el cine (en la isla las películas llegan como con un mes de retraso, es infame).
P.D.:
Los Extraños es un churro de primera. Evítenla a toda costa.
If time is a vessel, then learning to love
Might be my way back to sea
The flying, the medal, the turning above
These are just ways to be seen
We all get paid
Yeah some get faith before they die
But the stars we will navigate
Through the holes in your eyes