lunes, octubre 02, 2006

Tengo la teoría de que Hurt es una metáfora sobre ser un Zombie.

Hace tiempo que no siento. Comencé a notarlo hace un par de semanas, cuando me resbalé al salir de la ducha y me golpeé la espalda con el borde de la tina, podría jurar que escuché algo quebrarse, sin embargo no me dolió en lo absoluto y de la herida casi no brotó sangre. También, de forma paulatina, comencé a volverme hosco y apático, dejé de interesarme por mis amados modelos a escala, cuando antes pasaba días y horas ensimismado en armarlos y aplicarles pintura.

Alguien podrá decir que fueron las preocupaciones de mi trabajo las causas de mi repentino desdén por mis aficiones, pero el hecho es que mi interés por mis labores diarias desapareció mucho tiempo antes, siendo yo un trabajador gubernamental nadie lo notó inicialmente, hasta que mi desinterés fue tal que dejé de asistir por completo, y como el gobierno no tolera que sus recursos se desperdicien recibí mi reasignación a una lejana comunidad rural donde nadie notaría mi ausentismo.

Hoy tiene tres días que no salgo de mi casa, no me he bañado, no he cambiado mi ropa, ni siquiera me preocupo por cocinar lo que como, simplemente abro el refrigerador tomo un paquete de bisteces y los devoro sin más, juro que incluso me saben mucho mejor de esta manera. El espejo hoy me devolvió una mirada vacía, y una tez pálida la cual me recordó el color del cuerpo de mi tío Agustín cuando lo sacaron del río, hinchado, podrido y lleno de gusanos, a veces incluso me parece ver sus ojos en los míos, más mi única sensación es el vacío, no la vacuidad del miedo sofocante de un niño en una noche sin luz: una nada fría, inerte e irrefrenable.

Cynthia vino a visitarme, me dijo que parecía un saco de mierda con patas. Yo solo pensaba en que hace unas horas se había terminado el último paquete de carne del refrigerador y comenzaba a tener hambre de nuevo. Mientras escuchaba el sonido de su voz pude darme cuenta de lo bien que lucía, carajo, se veía mejor que el top sirloin había desayunado ayer. Me ví obligado a pedirle que se fuera antes de que el deseo de arrancarle un pedazo a esos jugosos muslos suyos fuera demasiado para controlar. Debo reconocer que fue el repentino antojo, no la naturaleza del pensamiento la razón de echarla de mi departamento, la idea me parecía tan natural como antes lo habría sido el darle una mordida a una manzana roja y fragante. Una hora después tomé el teléfono, marqué el número de su celular y tras pedirle disculpas por la manera como la había tratado, le dije que para compensarla la invitaba a cenar hoy a mi departamento.

what have I become?
my sweetest friend
everyone I know
goes away in the end
and you could have it all
my empire of dirt

I will let you down
I will make you hurt

2 comentarios:

-0-0-0- dijo...

Que imaginación!
Buen texto... como siempre :D

runaway dijo...

yummi!!!