Es difícil pensar en algo para publicar en ciertos momentos, y es que hay ratos en los cuales pareciera que el cerebro se te embota y se niega a hacer otra cosa que no sean funciones reflejas como respirar, hacer latir el corazón o eructar. No es un sentimiento agradable, es como una güeva involuntaria y forzosa, no del tipo disfrutable como quedarse entre sábanas calientitas en un día fresco y lluvioso sino como una especie de paraplejismo cerebral desesperante. Y es que el desperdicio de la güeva es una especie de pecado capital... Como si miraras el rostro angelical de Melissa Theuriau derretirse bajo una capa de ácido sulfúrico: es simplemente una jodida lástima.
Más molesto aún es cuando sabes que esta situación se repetirá pronto en un par de días y no tienes posibilidades de librarla. Es una sensación de hastío similar a la que debió sentir Casandra o aquel alpinista quien ha quedado con medio cuerpo atrapado en la nieve y solo puede observar mientras una avalancha se dirige hacia él. Hay tantas cosas que me gustaría hacer, proyectos imaginados consistentes únicamente en trazos mentales hasta ahora pero que bien podría consumar si me bajara del vagón de la apatía por un rato, pero a veces es tan difícil ponerse a caminar...
martes, noviembre 14, 2006
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2 comentarios:
Maldito estreñimiento neuronal...
es nefasto ¬¬
deberia haber medicamentos para evitarlo o curarlo!!
Que cosa, precisamente hoy pensaba no algo contrario, pero si fue un dia en que no hubo nada de eso, pero si hubo jaja. Digamos que fue Apatia Saludable, creo yo...
Porque a siempre nos pasa. Ese estancamiento. El no saber como dejar fluir las cosas. Porque siempre sabemos que hacer y sabemos por donde empezar pero es que nos gana...
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