Cuando era pequeño mi abuela solía recitarnos un cuento hecho poema (¿o un poema hecho cuento? sabrá Jebús) el cual leía de un cuadernillo ilustrado con grabados que acompañaban la historia, recuerdo haber disfrutado esa historia muchas, muchas veces, e incluso me sabía de memoria la mayor parte de los versos. Conforme crecí fui olvidando las líneas, hasta que hace algunas semanas, al levantarme recordé con claridad la primera estrofa: "Margarita, está linda la mar, / y el viento / lleva esencia sutil de azahar", pero no fui capaz de recordar nada más salvo a su autor: Rubén Darío. Pasaron los días y el verso apareció en mi mente y con la misma fugacidad con la que llegó volvía a desaparecer, hoy finalmente y con ayuda del oráculo de nuestros días he podido finalmente rescatar este poemita de la gaveta en mi memoria en la cual estaba traspapelado. The internet is truly a wonderful thing, snif.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar:
tu acento.
Margarita, te voy a contar
un cuento.
Este era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.
Una tarde la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla,
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y mas allá;
mas lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: "¿Qué te has hecho?
Te he buscado y no te hallé;
¿y qué tienes en el pecho,
que encendido se te ve?"
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
"Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad".
Y el rey clama: "¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?
¡Qué locura! ¡Qué capricho!
El Señor se va a enojar".
Y dice ella : "No hubo intento:
yo me fui no sé por qué
por las olas y en el viento
fui a la estrella y la corté".
Y el papá dice enojado:
"Un castigo has de tener:
vuelve al cielo, y lo robado
vas ahora a devolver".
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: "En mis campiñas
esa rosa le ofrecí:
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mi".
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mi vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
6 comentarios:
Bendito sea google, Bendito sea el internet!! Une mundos...
Que buena idea, yo tambien buscare cosas asi..
Las abuelas son lo máximo en esta vida, y aunque solo tengo una por cuestiones del pasado; ella (mi abuela materna) ha logrado llenar el vacío de mi abuela paterna y con creces. Es una de las personas que más amo en esta vida.
(También siento caón! no soy de piedra)
Saludos
GOD Bless the INternet
chida la poesia... tiene todo para quedarse grabada en la mente durante tantos años
salute
_Cierto, la internet une mundos: que haria si estuviera en otra era. Que bien, bonita poesia cuento, muy largo por cierto. Saludos Sir Roy.
Yo también me sé ese poema de memoria! ñ.ñ
Palabra de Verificación: eyzkiap
Gracias.
Igual que tú, un dia recorde parte de esta poesía, que no me leia mi abuela, sino yo a mi hermana menor cuando yo empezé a leer. y aqui contigo la encontré.
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