decisions+

El feeling de las vacaciones es innegable (es domingo y mañana no tengo que ir a trabajar, woohoo!). Aún no he decidido que haré con el resto de mi semana, quizás siga el consejo del buen Hugo y salga en busca de nuevos aires, o tal vez aproveche este tiempo para terminar todos los proyectos que tengo pendientes, pero haga lo que haga he tomado una decisión: no habré de rasurarme en todos estos días, no porque sea dificil o tome demasiado tiempo, simplemente será un símbolo de mi libertad de las normas de oficina por unas cuantas lunas.

Ayer se supone que estaría en la Antigua para un concierto con unos cuates y nuestras chavas, sin embargo la puntualidad volvió a funcionar en contra mía: los boletos decían a las 9 y pues a esa hora llegué allí, sin embargo cuando entré al lugar no había abslutamente nada, solo un montón de chavillos con edad promedio de 16 años, el lugar no tenía mesas, sillas ni letreros en los baños (me habían dicho que sería la re-inauguración del bar, pero en realidad parecía que pidieron prestado el lugar en lo que terminaban de acondicionarlo), en fin, le hablé por teléfono a la bola de pránganas que tengo por amigos y me aseguraron que ya estaban en camino, justo entonces comenzó un aguacero descomunal bajo el cual esperamos en la agradable compañía de un montón de escuincles pubescentes. Quizás si no hubiera tenido que esperar una hora escuchando las fascinantes conversaciones a mi alrededor me habría quedado, pero la paciencia nunca ha sido una de mis virtudes y en cuanto mi novia me mencionó que su hermana y sus primos irían esa misma noche a Mambo Café no lo dudé un segundo antes de decirle que les llamara y nos largáramos de allí. Me divertí un chingo.