La política en el país está hecha un revoltijo, los diputados no cederán ante la impugnación de Fox al presupuesto de egresos, Fox tampoco dejará que le modifiquen su plan. Las dos partes están un estúpido impasse, y nadie quiere ponerse de acuerdo.
Es el mismo cuento cada vez que al presidente hace algún intento de presentar reformas (atinadas o no) ante los legisladores. Nadie puede negar el hecho de que muchas de las reformas propuestas en verdad son necesarias (principalmente la energética), sin embargo, todo el mundo quiere llevarse la foto de primera plana como pieza vital en el proceso. Me parece increíble que la gente en las curules no quiera entender que si todos tratan de quedar bien ante el pueblo, invariablemente todo se estancará y nadie quedará bien con nadie. Pero, ¿qué peor fama podrían tener ya los diputados? huevones, incompetentes, escandalosos, irresponsables, egoístas, avariciosos, abusivos, inútiles y otra plétora de adjetivos despectivos han sido ya aplicados a los diputados, ciertamente, no tienen mucho que perder.
Pero ya estuvo bueno de querer lucirse, todos ellos están allí representando al pueblo, a los babosos que pagan impuestos para que ellos tengan suficiente para largarse de vacaciones a Europa y Las Vegas, para comprarse sus autos de lujo y sus propiedades. Es una estupidez esperar algo de gratitud de estos seres succionadores de presupuesto, cuyos trabajos están diseñados para no tener que preocuparse en nada sino el bienestar del país, y sin embargo son incapaces de lograr acuerdos para beneficio del pueblo que les da de comer. ¿Qué podemos esperar de nuestro país? ¿Realmente será diferente, llegue quien llegue a la silla grande el próximo 2006? ¿Cómo cambiar un sistema ya establecido? ¿Cómo cambiar una mentalidad arraigada durante 75+ años? El día el cual nuestro país logre responder esto estará en vías de convertirse en todo lo que deseamos que sea.
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