El sacerdote ortodoxo rumano Daniel Corogeanu y cuatro monjas han sido acusados del delito de homicidio después de ordenar que una monja, quien se encontraba "poseída por el demonio" y "más allá de la salvación" fuera crucificada. La monja Maricica Irina Cornici fue encontrada muerta y encadenada a una cruz el pasado miércoles. Le hermana Irina, miembro de la orden de la Sagrada Trinidad en la villa de Tanacu, fue aprisionada después de discutir con el sacerdote durante la misa dominical. Durante los cuatro días previos a su crucifixión fue mantenida sin comida ni bebida alguna.
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