miércoles, febrero 09, 2005

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Güat if Mario quild prostitiuts 2: De faling of Mario
(a fanfic by R\*/M)
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La luz del sol se colaba a través de las raídas cortinas del motel. Mario abrió los ojos y se levantó lentamente, la cama rechinó con un agudo sonido metálico, caminó desnudo hacia el baño y se miró en el espejo, su mirada ya no era la misma de antes. Desde la muerte de Sonny nada había sido igual, él ya no era un plomero miedoso del Hell's Kitchen --nadie es el mismo después de matar a alguien-- pensó, estaba solo pero ya no tenía más miedo.

Sin perder tiempo Mario se vistió, al salir del cuarto tomó la gabardina que siempre dejaba colgada junto a la cama. Sacó su cartera y contó el dinero, faltaban cien monedas; Mario sonrió, Peach no le cobraba, pero siempre tomaba un poco antes de irse. Sacó la pistola de abajo de la almohada y se la metió al bolsillo. Era hora de recorrer su vecindario y buscar a la única persona quien podía darle respuestas.

Mario anduvo varias horas hasta que vió la figura rechoncha de Toad: estaba entrando a un Sex Shop. Estacionó el auto y entró a la tienda. Ni siquiera volteó a ver al dependiente al atravesar la puerta, sabía donde buscar. Corrió con rapidez la cortina de cuentas que separaba la sección hardcore del resto del local.

--¿Nunca te cansas verdad? Siempre has sido un ragazzo enfermo, Toad
--¡Mario! No sabía que habías vuelto al vecindario-- los ojos de Toad huían de los suyos, mientras movía sus dedos con nerviosismo.
--Sabía que te daría gusto verme -sonrió y metió la mano derecha en el bolsillo.
Toad se sobresaltó, pero se calmó al ver que Mario le ofrecía un cigarrillo Star.
--G..g..gracias, Mario
Toad iba a tomar el cigarrillo, pero Mario lo dejó caer intencionalmente; se inclinó para recogerlo y al levantar los ojos solo vió el cañón de la pistola del plomero venido a matón.
--Basta de charla, sabes lo que io quiero. ¿Dónde esta Luigi?
--N..no lo sé mario, lo ju... --Mario hizo un gesto de disgusto y amartilló la pistola-- está bien, está bien, cálmate -gritó. Lo encontrarás en la esquina de la 26 con la 45, en el bar Goomba.
--Grazie Toad, sé que siempre puedo contar contigo-- Marió le dió una palmada en la cabeza; Toad se dejó caer y se agazapó contra un estante de videocintas, sollozando.

Mario salió a la calle y arrancó su auto, con un rechinido de llantas se dirigió hacia la avenida 26.

El bar Goomba era una solitaria puerta metálica en una pared de ladrillo, un hongo de neón alumbraba con luz verdosa la acera frente a ella. El letrero de la puerta decía cerrado, pero Mario tocó con fuerza tres veces. La puerta se abrió y un negro enorme asomó la cabeza.

--Estamos cerrados, ¿No sabes leer? ¿Qué demonios quieres?
--Solo estoy buscando un poco de Flower...
--Malditos adictos. Vuelve en la noche, en el callejón al lado del bar hay una puerta, toca cinco veces y espera cinco minutos-- no dijo más y cerró la puerta de golpe.

Mario sabía que Luigi controlaba el movimiento de Flower en toda la zona. Tal vez la muerte de Sonny había tenido algo que ver. Pero primero tenía que ver a Luigi en persona. Y hasta ahora, el bar era la única pista que tenía sobre donde encontrarlo.

Al dar las diez de la noche Mario volvió al bar, siguió las instrucciones. Al pasar cinco minutos, la puerta del callejón se abrió y el mismo negro lo recibió, con un movimiento de cabeza le indicó que entrara. Mario atravesó la puerta, el cuarto era muy oscuro, y solo se veía una mesa con algo de dinero, una pistola y varios sobres con un polvo de color verdoso (el Flower es un polvo anaranjado), algo no estaba bien. Mario estaba a punto de abrir la boca, cuando un duro golpe en la cabeza lo hizo irse de bruces.

Despertó un rato después, estaba sentado en la misma silla que había visto, lo habían amarrado y no podía moverse. Un potente reflector le cegaba los ojos, y hacía imposible tratar de identificar a alguno de los que estaban a su alrededor. Entonces escuchó una voz familiar:

--Hola, fratello mío-- Mario palideció al reconocer la voz de Luigi- No habrás pensado que un evento tan importante como tu visita habría pasado desapercibido ¿verdad? Incluso traje a alguien para que nos ayude a celebrar.

Un segundo reflector se encendió. Mario pudo distinguir la silueta de Peach.

-Así es, mi querido hermanito. Tu noviecita la ex-puta. ¿Hacemos una linda familia no?-- la risa histérica de Luigi inundó el cuarto.
--Eres un desgraciado, Luigi, ¿Qué tiene que ver ella en esto?
--¿Todavía te atreves a preguntar? Te diré la razón hermanito. ¡Estoy harto! Harto de que seas el favorito, de que toda la maldita atención recaiga en tí, desde que fuimos niños tu siempre fuiste el primero, mientras tu tenías un maldito castillo, yo una jo.dida casa en ruinas. Siempre me conformaba con ser el segundón, hoy te digo: no más Mario, ¡no más!
--Luigi, cálmate, no es para tanto, io ti amo il fratello, debe haber una forma de resolver esto.
--Jódete Mario. No serás el héroe de nuevo. ¡Esta vez YO soy el protagonista!

Luigi tomó la pistola de la gabardina de Mario. Se acercó a Peach y la colocó contra su cabeza. Peach comezó a llorar desesperada. Luigi amartilló el arma.

--¿Que se siente ser el perdedor, Mario?
--¡No lo hagas Luigi!

Un disparo resonó en el cuarto, luego varios más. Las luces se encendieron de repente, revelando una figura en la ventana. Bowser bajó, pasó por encima del cadáver del negro y le dió una patada al cuerpo inerte de Luigi.

--El maldito pensó que podía hacerme desaparecer tan fácilmente-- Bowser miró a Peach y a Mario amarrados, y sonrió mientras recargaba su arma --Ahora, ¿quién de ustedes quiere ser el segundo?

Game Over

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