lunes, noviembre 08, 2004

Pseudoperiodismo

En este artículo, una "periodista" de nombre Lucila Vargas Medellín, comenta acerca de la designación de Luis Ramírez Corzo como nuevo líder de la paraestatal PEMEX.

Pemex es una maquinaria oxidada, anquilosada por sexenios de corrupción. Un elefante blanco apuntalado por uno de los sindicatos más poderosos del país. Eso es información de dominio público, sin embargo, es algo que al parecer, la Sra. Vargas jamás ha escuchado. Para ella, la colocación del señor Ramirez Corzo es "parte del proyecto perverso del gobierno del cambio para desmantelar a la paraestatal" *suspiro* para ella, la reestructuración de una institución con un manejo tan pobre que reporta pérdidas millonarias en un negocio en el cual no tiene competencia --el cual además es uno de los más rentables del mundo--, es un paso más para lograr una "privatización disfrazada", en busca de *leer con tono fúnebre* arrebatarnos a los mexicanos de nuestras riquezas para darselas a los extranjeros.

Son opiniones tan absurdas y carentes de razón como ésta las cuales evitan que las reformas realmente necesarias para sacar adelante al país se queden archivadas dentro del cajón de las buenas intenciones. El caso de la privatización de Pemex es tan absurdo como doloroso, una empresa con una enorme y desaprovechada infraestructura se ve guiada hacia la destrucción por las manos rapaces de administradores codiciosos y sin ética, sin embargo todo intento por sanearla inexorablemente es tildado como anticonstitucional.

Otro asunto que maneja el artículo es el de la subcontratación, este es el término en español para el concepto de outsourcing, un método en el cual se delegan responsabilidades no críticas de una empresa a un proveedor externo, el cual cobra por el servicio. Esta es una forma efectiva de reducir costos operativos, y mantener en nómina únicamente al personal necesario para desempeñar las funciones vitales de la empresa. doña Lucila lo ve, sin embargo, como una forma de "regresar la industria petrolera a manos de compañías extranjeras". Es increíble como una mentalidad retrógrada (quizás ralentizada por décadas de embute), logra deformar un ejercicio destinado a mejorar la calidad de la oferta de servicios mientras se reducen los costos, en una oscura conspiración contra "los bienes de todos los mexicanos" [sic]

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